domingo, 29 de marzo de 2020

    
Historia  4° “A” Trabajo N°2            Profesor Fabricio Sosa cancionde2x3@gmail.com  



Actividad N°1: Leer La construcción del Estado Nacional (1852 – 1880)

y Responder las siguientes:                                                                                                                     
  1. ¿Qué es la División Internacional del trabajo?
  2. ¿Cómo se puede consolidar una Nación?
  3. ¿Por qué era importante la Aduana en Buenos Aires?
  4. ¿Qué reclamaban las provincias del interior?
  5. ¿Quiénes proponían el Proteccionismo y quienes proponían el Librecambio?
  6. Sobre la Organización Nacional: a)    ¿Qué pretendía el Proyecto Unitario?   b)    ¿Qué pretendía el Proyecto Federal?
  7.  ¿Qué significaba la libre navegación de los ríos?
  8. ¿Por qué se oponía Buenos Aires a la libre navegación de los ríos?


La construcción del Estado Nacional (1852 – 1880)



            A mediados del siglo XIX en Europa Occidental y los Estados Unidos se produjo una extraordinaria transformación económica. A partir de la Revolución Industrial el capitalismo se consolidó en esas regiones y los países poderosos del planeta iniciaron una expansión imperialista que se extendió por Asia, África y también por América Latina. De esta manera se fue imponiendo una “división internacional del trabajo” en la que un puñado de países industrializados presionaba a la mayoría de los países del mundo a mantenerse en el “sub-desarrollo” dedicándose exclusivamente a la exportación de materias primas que aquellas potencias requerían para su desarrollo económico.



            Mientras tanto, hacia 1850 en nuestro país todavía no se había logrado constituir una NACIÓN.  Cada provincia tenía su propio gobierno, su ejército, su moneda, su aduana. Desde la Revolución de Mayo de 1810 fueron diversos los intentos por consolidar una Nación a través de una CONSTITUCIÓN aceptada por todas las regiones, y fueron siendo derrotados todos aquellos proyectos de organización de la nación con centro en el interior del país y destinados a un desarrollo económico independiente.

            Los conflictos más importantes estaban relacionados con el enfrentamiento entre los poderosos terratenientes y grandes comerciantes de Buenos Aires, y los grupos con mayor poder económico de las provincias.

Los principales problemas eran:



La Aduana de Buenos Aires Toda mercadería que ingresaba al país debía pagar un impuesto en concepto de derechos de Aduana. Este dinero era utilizado por los estados para solventar sus gastos administrativos, de servicios, sueldos, obras públicas, etc. La Aduana de Buenos Aires era la que más recaudaba ya que la mayor parte de las importaciones y exportaciones se hacían por ese puerto ya que era el único, de todas las regiones que conformarían la Nación Argentina, que tenía salida directa al Océano. Por lo tanto, las provincias reclamaban a Buenos Aires el reparto de esos ingresos. Los sectores dominantes de Buenos Aires se oponían.



Proteccionismo – Librecambio Buenos Aires permitía la libre entrada de productos importados ya que las potencias del exterior de la época les compraban su producción ganadera (cueros, carnes, lanas). En cambio, los del interior pedían protección para sus talleres artesanales y producciones agroindustriales, es decir que no se permitiera la libre entrada de productos extranjeros que compitieran con los suyos, para garantizar un desarrollo integral de todas las regiones interesadas en conformar la nación.



Organización Nacional No todos estaban de acuerdo en cómo debía organizarse el país. Buenos Aires, que era la provincia más populosa, pretendía que la representación de cada una en un Congreso fuera proporcional a la cantidad de habitantes que poseyera, y de ese modo imponer su voluntad al resto. Existieron durante todo este período al menos dos grandes proyectos en disputa (aunque había otros también). El proyecto unitario que pretendía que Buenos Aires tuviera el poder de mandar sobre todo el territorio, sin posibilidad de que las provincias pudieran tomar sus propias decisiones. El proyecto federal que pretendía que la existencia de un gobierno central estuviera acompañada de autonomía de cada una de las provincias para tomar decisiones respecto de cuestiones regionales. Aunque no todos, los líderes de la corriente federal eran mayoritariamente del interior del país, y los de la corriente unitaria eran mayoritariamente líderes políticos de Buenos Aires, aunque también contaban con aliados en el interior.



Libre navegación de los ríos Las provincias del litoral, a orillas de los grandes ríos (Uruguay y Paraná), pretendían que los barcos extranjeros ingresaran libremente a sus puertos, descargaran allí sus mercaderías y pagasen en sus aduanas los derechos correspondientes. Esto, obviamente, no convenía a Buenos Aires que hará todo lo posible para que los barcos extranjeros carguen y descarguen sólo en su puerto.



ACTIVIDAD 2. Leer los proyectos que aparecen a continuación y responde: ¿quiénes y por qué defenderían cada uno de los proyectos?



Ley de Capital

Primer proyecto: La presente ley determina la fijación de la capital de la nación en una zona ubicada en los alrededores del puerto de Buenos Aires, territorio que pertenecerá a toda la nación y ya no más al gobierno de la provincia. Por lo tanto, el puerto y su aduana también pasan a ser propiedad de la nación, o sea, de todas las provincias. En este territorio residirán las autoridades nacionales.



Segundo proyecto: La presente ley determina que la capital de la nación se establecerá en cualquier territorio que no sea el de la ciudad de Buenos Aires, quedando esta Aduana bajo administración exclusiva de las autoridades de la provincia. Una vez que la provincia cubra sus necesidades, hará los aportes de dinero correspondientes al gobierno nacional, al igual que el resto de las provincias.





Ley de libre navegabilidad de los ríos

Primer proyecto: La presente ley determina que existe absoluta libertad para todo tipo de embarcaciones, nacionales o extranjeras, de navegar por cualesquiera de los ríos del país; y el desembarco, carga y descarga en cualquiera de sus puertos abonando en cada puerto los derechos de aduana que le correspondiera pagar por la entrada o salida de productos.



Segundo proyecto: La presente ley determina que todo barco que ingrese o salga del país debe cargar o descargar en el puerto de Buenos Aires y abonar en su Aduana los derechos correspondientes.




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