La clase sobre la que trabajaremos hoy fue desarrollada vía clase en vivo de Instagram el día miércoles 23 de septiembre. En esta oportunidad leímos un fragmento, de una de las novelas de aventuras más populares del género: “Robinson Crusoe”, de Daniel Defoe. Como se trata de una novela y el tiempo no nos permite en una clase extendernos leímos solo un capítulo, el número tres de una adaptación del texto original que propone la Editorial Estrada.
Comencemos como siempre con nuestra tradicional pregunta:
¿Quién fue Daniel Defoe?
Las novelas de aventuras:
Las novelas de aventuras son un género literario muy popular puesto que presentan características muy atractivas como acción, viajes, riesgo y misterio.
Es un género literario en el cual se narran aventuras, viajes, misterios y los personajes enfrentan muchos riesgos. La acción es fundamental estas historias siendo un aspecto necesario en la trama. Estas obras presentan un o una protagonista que se muestra como un héroe o una heroína a quienes se exalta por atrevimiento, fuerza, habilidades y peripecias. Los escenarios suelen ser exóticos, alejados de la realidad o experiencia de quien lee.
Su trama es entretenida y por lo general suelen tener finales felices. La acción ocurre en lugares extraños, exóticos, fantásticos, inventados o muy llamativos. Abundan las acciones. Los hechos tienen un orden cronológico y así son narrados. Es frecuente encontrar uno/a o varios/as antagonistas (es decir, enemigos o personas con intereses muy diferentes entre sí). Hay descripciones que narran el ambiente con mucha minuciosidad para que los lectores y lectoras puedan sumergirse de lleno en la lectura y así entender la dimensión de lo que vivencian los y las protagonistas.
Un poco de teoría...
A momento de analizar un texto narrativo podremos considerar tres aspectos:
Marco: hace referencia a poder identificar características propias de los y las personajes, el tiempo en que trascurre la historia y el lugar.
Conflicto: se trata de los obstáculos o el obstáculo principal que se le presenta a los o las personajes de relato.
Desenlace: este es generalmente el punto final de la historia, es el detalle de cómo se resuelve el conflicto.
Guía de trabajo: “Robinson Crusoe”, de Daniel Defoe
En esta oportunidad la actividad está apuntada a un trabajo de escritura. De allí las siguientes consignas:
1. ¿Qué tipo de narrador contempla esta novela? Justifica.
2. ¿Cómo podríamos describir al personaje a partir de lo relatado? Si puedes explica detalladamente.
3. ¿Cómo imaginas que sigue la historia? Escribe la continuación del relato teniendo en cuenta que se trata de una novela de aventuras.
“Robinson Crusoe”, de Daniel Defoe
(Capítulo III)
(En los capítulos anteriores se nos planeta cómo el personaje desea realmente adentrarse al mar más allá de la oposición de su familia. Lo hace en dos oportunidades y en una en particular vive una infeliz situación que lo hace pensar que tal vez sea una señal para no volver a intentarlo...)
Luego de eso, quedé muy confundido.
Me fui a Londres por tierra y, cuando llegué, estuve un tiempo indeciso entre regresar a casa o embarcarme nuevamente. No soportaba la idea de volver con mis padres y contarles que me había hecho un nombre... Un nombre que ningún capitán quería ver en la lista de tripulantes.
Ganas de embarcarme, en cambio, no me faltaban.
En Londres me hice amigo de un capitán portugués que estaba por partir rumbo a las costas del África. Me recomendó que llevará algunas cosas para vender con la ayuda de unos parientes logré comprar unos juguetes y algunas chucherías.
Una mañana mientras yo le contaba a un compañero que había tenido señales bastantes claras de que mi destino no estaba en el mar zarpamos hacia Guinea. Aunque estuve enfermo algunos días, ese fue un viaje afortunado. El capitán me enseñó muchas cosas técnicas de la navegación, así fue como aprendí a calcular la velocidad y la situación del barco. Además de convertirme en marino, tuve mucho éxito como comerciante. Vendí todas las cosas que había llevado y gané más de lo que imaginaba.
Lamentablemente, el capitán portugués murió cuando regresamos de Londres. Le dejé a su viuda, para que me las guardaras, doscientas libras que había ganado con la venta. Y con las cien libras que había ganado con la venta. Y con las cien libras que me quedaban compré mercaderías y me embarqué otra vez rumbo a Guinea. Presentía que, desde ese momento en adelante, todo lo que yo hiciera iba a ser un éxito.
No me imaginaba que estaba por iniciar el viaje más desdichado que jamás haya realizado un mortal.
Cuando navegábamos cerca de las islas Canarias, fuimos atrapados por una nave de piratas turcos. Después de una breve e inútil lucha, me condujeron como cautivo a la ciudad marítima de Salé, en Marruecos. Cuando me vi convertido en esclavo, pensé que ninguna otra situación podría hacerme sentir más desdichado. Sin embargo, el futuro se encargaría de demostrarme que estaba equivocado.
Al capitán del barco pirata le parecí despierto y me tomó como su asistente en tierra firme. Yo deseaba que saliéramos a navegar y que una nave española o portuguesa nos presentara. De ese modo, yo recuperaría mi libertad. Pero no tenía suerte: el capitán siempre me mandaba a cuidar la huerta o a realizar tareas domésticas. Desde que llegue a su casa, no hice más que pensar en el día en que me iría de allí. Muchas veces, mientras mi amo me hablaba, yo estaba distraído, imaginando diversas formas de fugarme.
Así pasaron dos años.
Un día, mi amo me ordenó que preparara su embarcación, porque planeaba invitar a unos distinguidos amigos suyos a dar un paseo. Me encomendó que me ocupara de los aparejos para la pesca y de la caza.
Los encargados de los preparativos éramos Muley -un pariente del capitán-, Xury – un moro muy joven – y yo. Cuando teníamos todo listo, vino el amo a avisarnos que la excursión se suspendía por una cuestión de negocios. Pero, afortunadamente, nos mandó a pescar algo para la cena. Como pude, convencí a Muley de que debíamos llevar previsiones. Por mi lado, cargué en el barco una caja de botellas de licor, simulando que el amo las había puesto allí. También tomé un gran trozo de cera de abejas y unas cuantas herramientas. Hice que Muley se entusiasmara con la idea de la cacería, para que llevará pólvora, municiones y balas.
En fin, se suponía que solo íbamos a dar una vuelta por los alrededores; pero, en realidad, el barco iba cargado iba cargado como para cruzar el océano.
Nos alejamos de la costa con el permiso de los guardias del castillo, a quienes ya habían avisado que salíamos a pescar. Nos detuvimos no muy lejos de la costa. Entonces, fingí que no había pique, para lograr que nos internáramos mar adentro. Así lo hicimos.
Cuando estábamos a casi una legua de la costa, me acerqué disimuladamente a Muley y lo empujé al agua. Como nadaba muy bien, salió a flote en seguida y, con un par de brazadas, estuvo a punto de volver a subir a la embarcación. Pero yo lo apunté con un fusil y lo obligué a nadar hacia la costa.
Inmediatamente, le exigí a Xury que me jurara por Mahoma que iba a serme leal. El chico me sonrió de una manera tan franca que borró de mí cualquier rastro de desconfianza. Me juró que me seguiría hasta el fin del mundo.
----------------------------------------------------------------------------------------------------
¿DÓNDE ENTREGO?
Tenés varias opciones:
* A mi mail: profesoraclaudiachavez@gmail.com
*Por DM al Instagram: @yoestudioencasa
*En el Classroom: el código de nuestra clase es sfhtxoj
Elegí la que te sea más cómoda .
NUESTRA PRÓXIMA CLASE EN VIVO SERÁ EL MARTES 29 DE SEPTIEMBRE A LAS 16 HS.
No hay comentarios:
Publicar un comentario